Por:
MAF José Moisés Alfaro Alvarado
Facultad de Ciencias Económicas
moises.alfaro@ues.edu.sv
ORCID: 0009-0007-1620-0406
Introducción.
La economía de América Latina, según el análisis de Aníbal Quijano se ha visto deteriorada en las últimas décadas por la marcada diferencia territorial en términos de producción y tecnología entre norte y el sur de América (Quijano, 1994), situación a la que no escapa El Salvador y, probablemente, la ciudadanía es quien percibe mejor la distribución desigual de poder y riqueza, pues el desempleo es un fenómeno asociado que ha ido en incremento en el país como resultado de un lento proceso de acumulación de capital, además, de carecer de una moneda propia que beneficie a la población, en lo referido a su capacidad adquisitiva mediante un tipo de cambio real frente a u conjunto de divisas extranjeras. Por otro lado, la ausencia de políticas públicas efectivas, se traducen en resultados o fenómenos sociales, tales como: La delincuencia, la desintegración familiar y la migración (Rubio, 2016).
Ante un escenario que se presenta golpeado por el comportamiento de la demanda externa y la disminución del consumo, y que se refleja en la pérdida de poder de compra de los consumidores, esto aumenta el nivel de desempleo y otras variables relacionadas. Ante esto, la empresa privada ha tenido una respuesta un poco modesta generando pocas oportunidades laborales en comparación con el crecimiento de la población (Hernández). Como ha pasado en toda América Latina y el Caribe, han sido las MYPE (micro y pequeña empresa), las que han generado empleo y en la mayoría de casos autoempleo. Representando hoy en día el principal aporte ocupacional en nuestro país. (Vives, 2013). Aunque el auge de las MYPES se ve disminuido por la cantidad de negocios que no logran sobrevivir a un año de haber iniciado sus operaciones, en su mayoría, debido a la falta de conocimientos en cuanto al manejo de sus finanzas y la falta de políticas públicas de apoyo, ya sea económico o de formación en estas áreas (Palomo, 2005).
